¿Quién soy?
Me llamo Sundari, nací en Barcelona el 22 de enero de 1964, soy madre de tres hij@s y abuela de dos maravillosos niet@s, y vivo en un fantástico rincón del Baix Empordà, provincia de Girona. Soy, como tod@s nosotr@s, un ser espiritual que eligió vivir una experiencia humana.
Amo, honro y agradezco la vida que se me dio. Mantengo muy despierto el interés de adaptarme con flexibilidad a los requisitos de mis propias circunstancias de vida, así como a las circunstancias colectivas. Nací con una conciencia espiritual muy despierta y lo que he tenido que conquistar un pulso ha sido mi conciencia terrenal y mi sentido de pertenencia.
Aunque he pasado por momentos en los que me pareció haber perdido el sentido de la vida, por lo general siempre me ha acompañado un sentido de propósito. Siento que el propósito de mi propia vida, así como el propósito de cualquier vida individual, trasciende, en mucho el propósito de mi propia evolución personal, aunque no la descuida, pues no se puede desvincular la evolución de la conciencia individual del movimiento expansivo e integrador de la Conciencia Suprema. No sé si soy capaz de definir con palabras cuál es mi propósito, pero sí sé que yo elegí voluntariamente una experiencia de vida muy peculiar y unas circunstancias familiares muy concretas que me iban a permitir sumergirme en las tenebrosidades emocionales y mentales del ego humano, en los engaños y en las trampas que a través de los tiempos han llevado a las almas al infierno de su propia ignorancia y las han mantenido prisioneras en él. Elegí esto porque la conciencia del aspecto búdico de mi propio ser me capacitaba para realizar un paciente trabajo de retorno al Centro del Ser, para conquistar algo que va mucho más allá de recuperar mi propia dignidad, algo que tiene que ver con la relación, con la integración de todos los aspectos y de todos los seres en el amor. Se podría decir que mi propósito, como el verdadero propósito de todo ser humano, es un propósito de Síntesis. Por eso siento que todos los objetivos o requerimientos que se me plantean en la vida están al servicio de este propósito mayor.
No me parece relevante hablar de mi formación, en el sentido de que lo que realmente me ha formado es la experiencia de la vida misma. En la actualidad estoy profunda y activamente implicada en la creación de una Escuela de Prosperidad, a la que bauticé con el nombre de Adamantem. Implicada no sólo en los niveles de proyección, sino en la construcción del espacio físico de la misma, lo que constituye para mí un sorprendente y gratificante desafío.
La intención principal de mi trabajo es el de encarnar la Prosperidad y compartirla, lo cual tiene que ver con la verdadera esencia de la Prosperidad. Desde el punto de vista terapéutico deseo ofrecer el enfoque y las herramientas que puedan facilitar a las personas su propio proceso de transformación. Mi propio camino hacia la Prosperidad, mi propia experiencia personal de transformación y mi enfoque terapéutico se basan, fundamentalmente, en la profunda eficacia de la práctica silenciosa del Agni Yoga, así como en el conocimiento y la aplicación de determinados principios y leyes metafísicas fundamentales y en el uso de ciertas herramientas terapéuticas, entre las que se encuentra la práctica de la escritura, por citar la que para mí ha sido más eficaz.
Soy un ser humano que eligió trascender los programas de limitación que mantienen inactivo gran parte del potencial de nuestro ADN humano. Todo ese potencial se puede ir despertando y está deseando hacerlo, para nuestro beneficio y para el beneficio de la comunidad, en armonía con tod@s y con todo, para posibilitar que cada persona pueda encarnar la prosperidad de su Ser Esencial.
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