El maravilloso e inconmensurable poder de la gratitud

   A veces no tenemos palabras para nombrar o describir verdades esenciales, que forman parte de nuestra experiencia vital, sin embargo, y puesto que forman parte de la misma, a golpe de observarnos y observar nuestros estados, se produce una aproximación cognitiva entre aquello observado y la mente observadora, y de repente, se produce la conexión. Se llama revelación, y en la revelación, aquello que antes no tenía una descripción afinada en nuestra mente adquiere absoluta nitidez en la consciencia. Esa revelación que puede llegar a adquirir una gran extensión, surge en torno a una idea o concepto nuclear. Y me refiero ahora concretamente al sentimiento de la gratitud y al estado asociado a ella. No es que antes no fuese consciente de la gratitud o de mí en relación a esta experiencia, sin embargo, hoy, inmersa en un estado de profunda introspección, sobrecogida por un inmenso sentimiento de gratitud, se ha producido en mi consciencia una revelación y he podido sintetizarla en el título de este escrito: El maravilloso e inconmensurable poder de la gratitud. El sentimiento de gratitud sostenido es un estado de gracia que trae a nuestra vida bendiciones infinitas e insospechadas. El sentimiento de gratitud sostenido tiene mucho que ver con la benignidad, con la candidez del alma conectada al Ser, con la revalidación de la inocencia desde la madurez que brinda la experiencia consciente. Y casi no hay palabras para describir el flujo de bendiciones que la gratitud trae. En estado de gratitud, el yo terrenal no precisa preocuparse por las soluciones a los retos que se nos presentan en la experiencia, basta con ocuparse de los propios asuntos desde la consciencia, lo demás viene dado por añadidura. Cuando aprendemos a vivir en estado de gratitud, los desajustes energéticos que nos producen determinados retos o dificultades, se convierten, al cabo, en un incremento en el flujo de bendiciones. Cuando aprendemos a sobreponernos a la soberbia de la mente inferior y podemos aplicar la dosis justa de humildad en la experiencia, la propia experiencia nos demuestra que la Vida nos está obsequiando, en todo y cada momento, con la mejor de las circunstancias, la mejor de las situaciones, el más abundante y próspero de los regalos. No hay excepción a esto, aplica siempre. Tampoco encuentro palabras para describir la dicha que produce atesorar esta certeza. Mediante el sentimiento de gratitud enviamos un mensaje de paz y amor que bendice al Universo, y el Universo nos devuelve esa bendición multiplicada por miles. En estado de gratitud todo fluye para nosotr@s sin esfuerzo, nuestros propósitos se materializan de forma rápida y armónica, y al mirar atrás casi no podemos creer la dimensión que adquieren nuestras creaciones. Partiendo de esta experiencia consciente, se abre un campo inmenso de exploración e investigación basado en el enfoque y el poder de la intención calibrado mediante el poder de la gratitud. Ahí queda eso. Más adelante más. Bendiciones infinitas.