LA SUPREMACÍA DE LA VERDAD
Vivimos en una sociedad enferma, disminuida, esclavizada, aunque en realidad sólo somos víctimas de nosotr@s mism@s. Hoy en día, la marca de la esclavitud es la mascarilla, y hasta tal punto somos esclav@s, que obligamos a nuestr@s hij@s a ponérsela, pasando por alto los graves riesgos físicos y psicológicos que ello conlleva. Tenía consciencia de la desidia humana, pero no me esperaba que la estupidez estuviese tan extendida y llegase al punto de que ya ni siquiera nos importe la integridad de nuestr@s hij@s. Los gobiernos son títeres y están comprados, los medios de intoxicación -que no de información-