LIBERACIÓN DE LA TIERRA

   Me declaro Soberana e Hija de la Tierra. Nacida de su seno -Mater materia- soy habitante de la Tierra por derecho de nacimiento. Por derecho de nacimiento nací libre y Ella garantizó mi sustento y mi desarrollo físico y consciencial. Mi condición de Hija legítima de la Tierra me capacita para reclamar mi herencia. El código amoroso de mi herencia se expresa en la rotunda afirmación de la Libertad, la Verdad y el Respeto, y nadie, absolutamente nadie, tiene poder para arrebatarme eso, porque nadie, absolutamente nadie, tiene poder para sustraerle a la Tierra el Amor de su Consciencia. Por todo ello, en plena posesión de mis derechos y de mis capacidades, por el vínculo profundo de Amor que me une a mi Madre, la Madre Tierra, en un gesto de profunda introspección, desde lo más profundo de mi silencio, Invoco la totalidad de las Amorosas Fuerzas Protectoras de nuestro Universo y de nuestra Galaxia, de todos los Universos y Multiversos visibles e invisibles en la totalidad de las líneas de tiempo, invoco la máxima potencia de estas Fuerzas Protectoras de Amor, para que expulsen de la Tierra todas, absolutamente todas las fuerzas satánicas, maléficas y parasitas, cuyas pretensiones son de dominio, violación, usurpación y control, de forma que la Tierra y con Ella los seres que la habitan vinculados a su Amor, quede por fin liberada de todo yugo y de todo abuso. Mi Naturaleza de Ser Soberana y Libre, Hija nacida de la Tierra, legitima mi petición. Reclamo mi herencia, la cual no es otra que la Suprema Libertad de la Tierra, para que todos los seres de Paz que la habitamos, podamos seguir creciendo, gozando, compartiendo, creando en libertad, aprendiendo, desarrollando nuestras habilidades y capacidades para expandir nuestra consciencia, como contribución natural y amorosa a la expansión de la Suya.

   Esta petición, rubricada por la Consciencia Esencial de mi Ser Natural, permanece activa y vibrante hasta que sea completada, quedando además absolutamente protegida de cualquier interferencia de forma que su poder permanece intacto. Así sea, así es.