UN ACTO VOLITIVO
Soy una persona de mente abierta, lúcida y autorreferente. Encarné con un alma muy cándida y expuesta, sí, pero también con un gran anhelo de veracidad que posibilitó y posibilita el desarrollo de la capacidad de distinguir lo real detrás de lo aparente, lo cual me permitió descubrir algo fundamental: la importancia vital de enfocar esa habilidad hacia adentro de mi propio sistema, mi propia mente y en definitiva de mi propio ser. Sin ese enfoque, la búsqueda de la verdad se queda en agua de borrajas, por cuanto a la Verdad sólo se puede llegar desde el interior.