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Retrospectiva, artículo del 15 de abril del 2020

   Cuando digo que esta situación es una farsa -y tengo la certeza de que es así- no estoy negando la existencia del virus. Y es que el coronavirus no es un virus nuevo. Talvez sí -es más que posible- que se haya creado en laboratorio una mutación más severa con fines eugenésicos. Los detalles de lo que está pasando no los sabe prácticamente nadie, pues como siempre se hace y siempre se ha hecho, los medios oficiales, vendidos a las élites corruptas, no cuentan en absoluto la verdad, sino lo que les interesa que la gente crea, y sólo con fines perversos, en absoluto con fines altruistas. ¿Cómo puede la gente creerse que de la noche a la mañana haya aparecido un virus letal capaz de amenazar a la humanidad toda? Tan expuest@s estamos ahora al contagio de un virus como lo estábamos hace 2, 3, 6 meses, un año o lo que sea. No hay diferencia en eso. Sé con certeza, que lo que más deprime el sistema inmunitario del organismo humano es el miedo, la ansiedad, el abandono, la precariedad en la que el arresto domiciliario forzado está dejando a mucha gente, en especial a la gente mayor y a las personas de estratos sociales más desfavorecidos, etc. En esas situaciones extremas a las que nos han forzado, el ánimo de muchas personas decae, la soledad, la impotencia, el miedo deterioran su salud anímica y física, lo cual contribuye a que las personas caigan enfermas o a que los procesos de enfermedad que ya padecían empeoren. Esto sí es una realidad y una realidad macabramente planeada. Están apareciendo en las redes testimonios de personas en primera línea de batalla que denuncian cosas tan graves como que a los médicos y enfermeras se les impone la orden de declarar en los partes de defunción “muerte por coronavirus” a cualquier otra causa de muerte que se produzca en los hospitales. A pesar de esta adulteración en los partes de defunción, las cifras de mortalidad en todos los países no superan las cifras del año pasado por estas mismas fechas. Otra cuestión polémica es la de los test, personas expertas denuncian que no existen test específicos que puedan detectar el susodicho virus ya que en realidad el virus no ha sido aún ni identificado ni aislado, y por lo tanto se hacen pruebas genéricas que lo que detectan en realidad son exosomas, sustancia secretada por las células como una respuesta defensiva ante la toxicidad de las mismas. La causa de dicha toxicidad puede ser el cáncer u otra enfermedad, el estrés, la presencia de tóxicos en el cuerpo, la exposición a radiaciones electromagnéticas, etc. Lo que han hecho literalmente ha sido rebautizar estos exosomas (sistema de reacción del cuerpo ante la toxicidad) con el nombre de cobit-19. Este falso protocolo de diagnóstico que utilizaron inicialmente los chinos, se ha adoptado en todos los países. Al aplicar dicha prueba de diagnóstico lo que están haciendo es aumentar falsamente las cifras de personas enfermas por coronavirus. Nos manipulan de multitud de maneras de forma escandalosa y no nos enteramos ni nos queremos enterar. Han creado un incendio de pánico infundado que avivan cada día más a través de los medios de desinformación oficiales y mediante las exageradísimas medidas que nos imponen. Han conseguido que la hostilidad crezca entre las personas, con las que yo no nos podemos relacionar, nos han convertido en enemig@s potenciales l@s un@s de l@s otr@s y han conseguido que nos escondamos detrás de patéticas máscaras ¡Es todo una absoluta locura!. Se está empezando a aplicar censura digital a destajo en aquellos canales y vídeos de personas expertas que se han propuesto reportar la verdad científica sobre todo lo relativo al coronavirus. Uno de estos vídeos que ya no están disponibles a causa de la censura es el del Dr. Andrew Kaufman, yo lo vi hace dos o tres días y me resultó del todo esclarecedor. La censura es una evidencia más de que no quieren que se sepa la verdad. Los verdaderos motivos detrás de esta situación alarmante, que sólo ha hecho que empezar, son perversos. Entre ellos se encuentra la quiebra de la economía, la eugenesia, y la instauración de una dictadura global severa que ya lleva años arremetiendo contra las libertades y se va a cargar de un plumazo los derechos humanos más fundamentales. Es una situación muy grave y se ve venir que se va a poner peor, pero es una consecuencia directa de nuestra ceguera y de nuestra desidia. Ellos no tienen realmente poder, el poder se lo hemos cedido nosotr@s, pero lo que han conseguido es increíble. Con una magistral y maléfica maniobra, tienen a todas las personas del mundo bajo arresto domiciliario y es muy previsible, por las ventajas que esta situación les reporta y les seguirá reportando, que esta medida de arresto se alargue en el tiempo. ¿La gente no se da cuenta del sistema militar con el que somos maltratados? ¿La gente no se da cuenta de que los verdaderos malhechores tienen impunidad absoluta? ¿de que son ellos quienes dictan las normas y las leyes, unas leyes destinadas a acabar con los débiles, y que sólo benefician a ellos? Me pregunto hasta dónde vamos a tener que llegar para que un número significativo de personas despierte, porque esta es la única forma posible de recuperar la dignidad que la humanidad ha perdido de manera genérica. Siento que hay que denunciar, hay que advertir con claridad sobre lo que está sucediendo, porque si no lo vemos, no lo revertiremos. No es mi intención crear más pánico del que ya hay. Sé con certeza que frente a cualquier situación por extrema que sea, disponemos, como seres humanos, de una protección natural que se llama Amor y que brota directamente para cada persona de la Dimensión Espiritual del Ser a través de nuestro Corazón. Así que yo resumiría lo que precisamos más que nunca es: valentía para mirar, honestidad para ver, humildad para aprender y voluntad para amar. Estas son las variables que nos van a permitir entrar en coherencia, y sólo desde la coherencia nos podremos unir.

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