En estos días grises plomizos, la lluvia está regando nuestra crisálida. Cada quien, en la protección de su propio interior, está protagonizando una transformación. El Sol de un nuevo día despuntará cuando haya caído suficiente lluvia. Protagonicemos este nuevo amanecer cósmico. ¡Que la seda de nuestra crisálida sirva para tejer la Nueva Consciencia!
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