Carta a una amiga
Hermana F., honro tu trayectoria, así como nuestro encuentro. Agradezco infinitamente lo que recibí de vosotr@s y con vosotr@s y la profunda experiencia que el lugar me brindó. Amo profundamente la naturaleza, pero cuando llego a un lugar como éste en el que estás, me doy cuenca por contraste hasta qué punto este sistema infernal en el que vivimos ha profanado la naturaleza. Y es que, aunque se trata de una percepción sutil, la virginidad que conservan algunos lugares nos permite, a quienes llegamos a ellos, sentir la dimensión salvaje de la vida, esa dimensión en la que paradójicamente