(Nota aclaratòria: La següent narració va ser escrita el 6 de juny per un concurs literari que es va declarar desert per manca de participació).    Mentre jo soc aquí, davant el document en blanc, amb els ulls tancats, focalitzant la ment abstracta, observant els senders interns del meu discurs, destriant continguts i rumiant de quina manera començo la meva narració, al món exterior estan passant moltes coses de molta rellevància. Poso pausa, obro els ulls i veig, per les finestres que són part del meu escenari habitual, com el nou dia ja s’ha sacsejat la mandra. Sento amb

   Por definición y en virtud de nuestro origen divino, todos los seres humanos somos valiosos en nosotros mismos y todos custodiamos en nuestro interior un potencial creador inconmensurable. El problema es que no lo sabemos y nos están usurpando ese poder. La consciencia humana evoluciona a merced de algunas almas que van en avanzadilla de forma soberana hacia la expansión de su propia consciencia, respondiendo y contribuyendo así al tirón evolutivo de los tiempos que corren. Otras almas, que lamentablemente son muchas en número, se van apagando en vida víctimas de la depredación energética. Fuerzas oscuras, con ansias insaciables

Es un hecho que la mayoría de los seres humanos vive en un profundo estado de sugestión que no le permite percibir la realidad tal cual es. El estar despiert@ no depende de la cultura, ni de la formación recibida, ni de tener títulos académicos o no tenerlos, porque también es un hecho que la educación y la formación reglada, y el mundo laboral al que se accede aun cuando se tiene una supuesta “buena formación”, está todo ello diseñado para mantener las mentes alienadas y sometidas al sistema que explota y extorsiona a los seres humanos. El estar despiert@

Es preciso partir de la idea de que lo que perciben nuestros sentidos es una ínfima parte de la realidad, y no sólo eso, muchas veces nuestra percepción no alcanza siquiera a la información objetiva de lo que está aconteciendo, sino a una interpretación falseada de ello. Dicho esto, estamos tan identificad@s con la realidad material y fenoménica -realidad que, si ya es ilusoria de por sí, es con mucha frecuencia falseada por las mentes maquiavélicas que dirigen el cotarro- que la mayoría de los seres humanos no saben o no se han planteado aún, que la causa detrás de

Desde el punto de vista histórico, es éste un momento extraño de la experiencia humana. Y está resultando también una vivencia surrealista desde el punto de vista de mi propia experiencia, aunque muy probablemente no sea la única que tiene esta percepción. A las personas que no comulgamos con ruedas de molino y vemos más allá de la realidad aparente nos llaman negacionistas. Pero ¿qué se supone que negamos? En todo caso negacionista sería aquella persona que negase la realidad, y no aquella persona que no se tragase lo ilusorio como real. Esta acusación que nos hacen responde al tan

   Buenos días, amada gente. Hoy tengo ganas de hacer hincapié en un hecho que, aunque ha pasado desapercibido desde el punto de vista de la consciencia colectiva, ha sometido a los seres humanos a lo largo de los tiempos, consiguiendo llevar a la masa al redil de la mente condicionada, aunque en tiempos recientes, a merced de la severidad de la extorsión, ha provocado una reacción contraria a la deseada y que tiene que ver con el despertar de la consciencia.    Aunque el ser humano tiene un enorme poder potencial, lo cierto es que, a lo largo de

   Mucho se habla en estos días de la batalla que se está librando entre el bien y el mal. Esta vieja dialéctica tan usada por los medios de información extraoficiales, muchos de ellos rigurosos y veraces, usada incluso por el sistema mismo para juzgar, culpabilizar, condenar y castigar, sigue opacando nuestra visión, en el sentido de que, además de mantener nuestra percepción limitada por la mente racional, desvía nuestra atención hacia afuera; y no es que no haya que seguir con atención los acontecimientos, yo misma lo hago con muchísimo interés, sin embargo, no al precio de descuidar la

   Según mi percepción, saber la verdad es tener el conocimiento de los hechos, subrayo: tener el conocimiento de los hechos. Pareciera algo muy simple, pero no lo es. La verdad es la puerta a la libertad, vaya esta premisa por delante. La verdad es un campo extensible al infinito que encierra múltiples niveles, estratos y dimensiones, pero para acceder a la verdad más extensa y amplia hay que empezar por tener un interés honesto y genuino en el conocimiento del propio interior, en el conocimiento de lo más cercano e íntimo hasta la máxima profundidad posible, en cuanto que

   Hermana F., honro tu trayectoria, así como nuestro encuentro. Agradezco infinitamente lo que recibí de vosotr@s y con vosotr@s y la profunda experiencia que el lugar me brindó. Amo profundamente la naturaleza, pero cuando llego a un lugar como éste en el que estás, me doy cuenca por contraste hasta qué punto este sistema infernal en el que vivimos ha profanado la naturaleza. Y es que, aunque se trata de una percepción sutil, la virginidad que conservan algunos lugares nos permite, a quienes llegamos a ellos, sentir la dimensión salvaje de la vida, esa dimensión en la que paradójicamente